Saint-Émilion Grand Cru

Vino Tinto Ensamble Château Cheval Blanc 2018.

La cosecha de 2018 quedará grabada en la memoria por la amplia presencia de mildiu en los viñedos. Afortunadamente, la climatología dio un vuelco en agosto, septiembre y octubre, dando lugar a una cosecha de calidad excepcional.

TEMPERATURAS Y PRECIPITACIONES

Tras un mes de enero muy húmedo, el tiempo en febrero fue normal para la temporada. En marzo llovió el doble de lo habitual, mientras que abril se ajustó a la norma. Mayo y junio fueron muy húmedos, aunque no inusuales. Por último, el tiempo seco comenzó a mediados de junio. Las temperaturas del primer semestre fueron normales, aunque febrero fue excepcionalmente frío y abril un par de grados más cálido que la media. En julio y agosto se registraron temperaturas moderadas. Estos meses fueron bastante secos, salvo algunas precipitaciones en la primera semana de julio. Septiembre fue bastante seco, con sólo 26 mm de precipitaciones. Como resultado, las uvas alcanzaron una madurez perfecta y la vendimia se completó en octubre con un tiempo espléndido.

EQUILIBRIO HÍDRICO

La cronología de las precipitaciones favoreció la calidad de las uvas. Las abundantes lluvias de la primera mitad del año constituyeron importantes reservas hídricas que permitieron a la vegetación soportar bien la sequía de julio y agosto. Sin embargo, la falta de lluvias en septiembre supuso un estrés hídrico para las cepas jóvenes en suelos de grava. Los suelos arcillosos y areno-arcillosos resistieron bien. Gracias a un mes de marzo húmedo, seguido de condiciones normales en abril y meses húmedos en mayo y junio, 2018 se clasificó como cosecha húmeda a 30 de junio. Tras un inicio del ciclo vegetativo muy húmedo, 2018 acabó siendo una añada muy seca, de hecho, gracias a las condiciones secas de julio, agosto y septiembre. A 30 de septiembre, esta añada era una de las más secas registradas desde 1952 junto con 1990, 2000 y 2016. Durante todo el ciclo, el régimen hídrico fue muy similar al de la cosecha de 2000. Las condiciones secas de septiembre favorecieron el proceso de maduración y las uvas alcanzaron la madurez a mediados de octubre en condiciones muy secas. Los tres «terroirs» de Cheval Blanc soportaron bien el régimen hídrico, incluso en los suelos de grava, que se comportaron mucho mejor que en 2016. El régimen hídrico en verano y hacia el final de la temporada fue especialmente beneficioso para los suelos arcillosos.

TEMPORADA DE CRECIMIENTO

La brotación se produjo dentro de lo normal; el 11 de abril para el Merlot y el 14 de abril para el Cabernet Franc. La floración media tuvo lugar el 28 de mayo para el Merlot, el 1 de junio para el Cabernet Sauvignon y el 2 de junio para el Cabernet Franc. Las condiciones húmedas no afectaron a la floración, que fue densa y homogénea. El envero tuvo lugar entre el 30 de julio y el 8 de agosto, según las variedades. Las condiciones extremadamente secas del verano detuvieron el crecimiento prematuramente. La vendimia se alargó del 10 de septiembre al 11 de octubre. Las uvas alcanzaron un grado de madurez óptimo gracias al tiempo seco del verano y a las buenas condiciones meteorológicas del final de la temporada. Esto permitió recoger cada parcela en el momento en que alcanzaba su madurez perfecta. En conjunto, la cosecha fue extremadamente sana.

MADURACIÓN Y RENDIMIENTOS

Sin duda, 2018 es una de las grandes añadas del dominio. Las abundantes precipitaciones durante el periodo de crecimiento de las vides y el tiempo seco durante el proceso de maduración y la vendimia constituyeron condiciones casi perfectas para producir una rica complejidad en las uvas. Esto se debió a que los racimos eran pequeños y estaban perfectamente maduros. Los racimos pequeños dan lugar a bayas concentradas de gran complejidad aromática. Desde el punto d