Tus hijos y mascota: ¿cómo combinarlos?

Mamá, papá: ¿podemos tener un perro?"
Si tienes hijos, es casi seguro que has escuchado esta frase. Si estás por tener un bebé o estás considerando adoptar a un perro, es normal sentir nervios de la interacción que ambos puedan tener. ¡No te angusties! Cuando hay niños pequeños en casa, el ambiente se vuelve mucho más caótico y divertido. Esto, al ser combinado con tu mascota, ¡puede volverse un caos total! Pero, a diferencia de lo que muchos opinen, los niños y las mascotas sí pueden llevarse bien y no volverse rivales de atención para los padres.

Mejor, convéncete de adoptar una mascota con los beneficios que podrás notar en ambos a partir de su interacción.

¿Sabías que los perros mejoran la salud y autoestima de tu hijo?

Se habla mucho sobre los múltiples beneficios que un animal doméstico tiene en los niños. Desde aumentar su autoestima, acelerar su desarrollo psicomotor, o incluso beneficios para su salud como un menor número de infecciones respiratorias y de oído, y menos probabilidades de desarrollar alergias cuando crezcan.
Si estás listo para integrar a una mascota a tu familia, te compartimos 4 errores comunes que cometen los papás a la hora de la interacción que tienen su perro e hijo.

1. No tomar en cuenta o considerar la edad de tu hijo o tu mascota:

A la hora de combinar a tu perro con un menor, es importante la edad que éste tenga. No es lo mismo la interacción de una mascota con un bebé de meses que con la de un niño de 6 años! Además de la edad, entran en consideración varios factores, ya que la energía y actividades diarias de ambos podrá dar pie a la relación que pueda darse.

Si es bebé, ¡debes ser extra cuidadoso! Te recomendamos empezar por preparar el escenario para que tu bebé y perro se conozcan. Además, al entrenar a tu mascota con reglas básicas evitarás que éste pueda ser brusco o se suba a lugares inapropiados. Cuando llegue el momento de conocerse, te recomendamos acercarlos tranquilamente, en un ambiente relajado, y premiar a la mascota cuando realice el acercamiento, acariciándole de forma calmada para que así lo asocie con una sensación positiva.

Además, si adoptas un perro, es importante considerar la raza y edad que éste tiene, ya que esto depende qué tan activo, sociable y juguetón será. ¿Requiere muchas salidas al parque o es más hogareño? Investiga todo lo que puedas sobre la mascota que vas a adoptar y si es compatible con las necesidades, personalidad y actividades de tu hijo.

2. Modificar en exceso la rutina de nuestra mascota

Es entendible que la llegada de un nuevo integrante a la familia traiga cambios y nuevos horarios en la rutina. Pero siempre debes recordar que tu mascota sigue necesitando sus paseos y sus horas de juego, comida y descanso. En cierto sentido, tu perro es similar a un bebé, ya que está acostumbrado a su rutina de cada día y cuando llega la hora del paseo, notará que no se lleva a cabo en ese momento.
Recuerda que al modificar de manera significativa su horario puedes generar ansiedad en él o afectar su estado emocional. ¡No te lo recomendamos!

3. No integrarlos en actividades en común

Al concentrar todo nuestro tiempo en un sólo integrante de la familia, los celos pueden aparecer en alguno de ellos. Una buena técnica para evitar esto es que, dependiendo de la edad de tu pequeño, puedes integrarlo a ciertas actividades rutinarias para tu mascota. De hecho, te lo recomendamos ampliamente, ya que incluírlo será sumamente benéfico para su desarrollo. Dependiendo de su edad, podrás irlo integrando a más actividades de su día a día.

1. Paseo: Integra a tu hijo a una de las principales actividades de tu mascota, ¡la hora del paseo! Considera el tamaño y raza de tu mascota para calcular la edad apropiada para que tu hijo lo pasee con tu supervisión. Esto, le dará un sentido de responsabilidad al tener que cuidar de su mascota y permanecer alerta en todo momento. Además, ¡lo pasarán increíble en cada paseo que den! Su lazo se estrechará aún más.

Para la actividad favorita de tu perro, te recomendamos usar el arnés para perro de Bowl & Bone, elaborado en poliéster color rojo, que se convertirá en un ejemplo de estilo y le dará máxima comodidad y seguridad de manejo a tu hijo, sin perder el estilo.

2. Comida: La alimentación de tu mascota es una de las actividades diarias de las que puedes hacer parte a tu hijo. Después de conocer la porción correcta y el horario adecuado para alimentarlo, ¡pídele ayuda a tu hijo para pasarle su plato o, si ya tiene la edad suficiente, servirle su medida adecuada.

¿Tienes un Golden Retriver? si estás buscando su alimento ideal, te recomendamos la línea de Royal Canin, especializada en este tipo de cachorros.

3. Hora del Baño: Aunque esta actividad no es la favorita de tu perro, seguro que puedes integrar a tu hijo en la higiene de tu mascota y hacer que ambos pasen un momento agradable. Entre las actividades de las que puede formar parte están: Desenredar su pelo con un cepillo especial, enjabonarlo o secarlo.

Para este momento, te recomendamos optar por productos de alta calidad especializados en el cuidado de su pelaje. El Shampoo de Aloe Vera de PSH es ideal para perros con el pelo reseco o deteriorado. Permite recuperar su textura, suavidad y brillo natural.

4. Siesta y descanso

Tanto tu hijo como tu mascota, ¡merecen una siesta después de una tarde de juegos y diversión! ¿Sabías que también pueden compartir esta actividad?
Si tu perro disfruta de una siesta en el sillón, o al lado de tu hijo, ofrécele lo mejor con su Cama Marlo y una manta de lana para que se sienta más cómodo y abrigado en esta temporada de frío.

Ahora sí, ¡estás listo para ver el inicio de una larga y hermosa amistad!